La Internet de los objetos (IoT) es una red de objetos físicos, dispositivos, vehículos, edificios y otros elementos que llevan incorporados sensores, software y tecnología de conectividad para recoger e intercambiar datos con otros dispositivos y sistemas a través de Internet. En otras palabras, es la capacidad de los objetos cotidianos de comunicarse entre sí y con servidores, lo que permite recopilar, analizar y compartir datos para mejorar la eficiencia, la comodidad y la calidad de vida.
IIoT, o Internet Industrial de las Cosas, es una extensión de IoT específica para el entorno industrial. Implica la aplicación de tecnologías IoT en procesos de fabricación, producción y operaciones industriales. IIoT conecta máquinas, equipos y sistemas industriales para recopilar y analizar datos en tiempo real.
¿Y cómo funciona esta tecnología?
El flujo de datos comienza con los sensores, que pueden medir diversos parámetros, desde la temperatura y la presión hasta las vibraciones y el consumo de energía. A continuación, estos datos se convierten a formato digital y se transmiten a través de redes a una ubicación central, donde se almacenan y procesan. Estas ubicaciones pueden ser servidores locales en la fábrica o servicios en la nube, en función de las necesidades y estrategias de la empresa.
Big data y aprendizaje automático
El volumen de datos recopilados puede ser enorme y, a menudo, está en bruto y carece de sentido hasta que se procesa: es lo que llamamos big data. Y aquí es donde entra en juego el análisis de datos. Se aplican algoritmos de aprendizaje automático y otras técnicas de análisis para identificar patrones, anomalías, tendencias y perspectivas ocultas en los datos. Esto puede ayudar a predecir fallos en los equipos, optimizar los procesos de producción e incluso tomar decisiones de mantenimiento antes de que surjan los problemas.
Ciberseguridad
La seguridad es una preocupación clave en la IIoT, ya que los dispositivos conectados pueden ser vulnerables a los ciberataques. Es esencial implementar medidas de seguridad, como el cifrado de datos, la autenticación de dispositivos y la supervisión continua, para garantizar la integridad de los datos y el funcionamiento seguro de los sistemas.
La aplicación de medidas para aumentar la protección de los datos en diversos escenarios, especialmente cuando varias personas tienen acceso, se hace necesaria y algunos ejemplos son el control de acceso, las firmas digitales, el aislamiento de las conexiones y la supervisión periódica de la red. Otra posibilidad es la integración de la inteligencia artificial y la ciberseguridad, ya que con la capacidad de la IA para analizar e interpretar datos, es posible automatizar procesos de comprobación de ciberataques, haciendo aún más seguro el entorno digital.
IIoT y automatización
La IIoT y la automatización están profundamente entrelazadas en sus procesos. Los datos capturados por los dispositivos IIoT pueden ser la base para iniciar acciones automatizadas destinadas a mejorar la eficiencia, como llevar a cabo un mantenimiento predictivo. Además, las herramientas de automatización desempeñan un papel crucial en la gestión más eficaz de estos dispositivos.
Tomando como ejemplo la maquinaria industrial, es factible programar una máquina para que responda a los datos proporcionados por los sensores incorporados (como la identificación de un aumento de las vibraciones) y reaccione automáticamente (como la emisión de una alerta al operador sobre la necesidad de mantenimiento). De este modo, la automatización impulsada por IIoT tiene la capacidad de minimizar el tiempo de inactividad y reducir los costes generales asociados al mantenimiento.
Estrategias comunes para implantar aplicaciones IoT
La capacidad del IoT para proporcionar información de sensores y permitir la comunicación entre dispositivos está impulsando una amplia gama de aplicaciones en muchos sectores diferentes. He aquí algunos ejemplos de estas aplicaciones.
Supervisión de activos
Imagine una empresa de logística que gestiona una amplia flota de camiones. Utilizando el IoT, incorporan sensores de telemetría a los camiones, lo que les permite controlar una serie de parámetros críticos en tiempo real. Estos sensores incluyen GPS para el seguimiento de la ubicación, acelerómetros para detectar el movimiento y la vibración, así como sensores de temperatura para controlar las cargas sensibles.
Los datos captados por estos sensores se transmiten a través de redes de comunicación, como redes celulares o LPWAN (Low Power Wide Area Network), a sistemas de gestión centralizados. Aquí, los datos brutos se transforman en información significativa mediante algoritmos de procesamiento de datos y aprendizaje automático. Este análisis puede revelar datos cruciales, como la eficiencia de las rutas, los niveles de combustible e incluso la integridad de las cargas transportadas.
Ciudades inteligentes
El término «ciudad inteligente» se refiere al concepto de gestión de una zona urbana mediante tecnologías conectadas y análisis de datos. Recogen datos a través de dispositivos como sensores y cámaras para ayudar en servicios públicos como el control del tráfico, la prevención de la delincuencia y el mantenimiento de activos e instalaciones.
Los sensores, normalmente equipados con tecnologías IoT como dispositivos GPS y sensores de calidad del aire, transmiten datos a una infraestructura de procesamiento centralizada. Aquí, complejos algoritmos de aprendizaje automático analizan estos datos en tiempo real para generar ideas. Por ejemplo, si se producen atascos en una zona de la ciudad, los semáforos pueden ajustarse automáticamente para mejorar la fluidez del tráfico. Además, los datos sobre contaminación pueden llevar a la activación automática de sistemas de purificación del aire en lugares críticos.
IoT en la agricultura
La agricultura también se está beneficiando enormemente de la IO. Los sensores controlan la humedad del suelo, el clima y otras variables cruciales. Esto da lugar a la «agricultura de precisión», en la que el agua y los fertilizantes se aplican exactamente dónde y cuándo se necesitan. En este texto encontrará más información sobre la agricultura de precisión. Los agricultores pueden personalizar sus prácticas agrícolas, como el riego y la aplicación de fertilizantes, basándose en información sólida.
IoT también extiende sus beneficios a la salud de las plantas. Los sensores sensibles pueden percibir matices sutiles en el crecimiento, señalando posibles problemas nutricionales o de salud. Con esta información, los agricultores pueden intervenir rápidamente, tomar medidas específicas y aumentar la calidad del producto.
Reflexiones finales
IoT está lejos de ser una idea futurista, ya está cambiando nuestra forma de vivir y de gestionar los procesos. Desde la optimización de los procesos industriales hasta la mejora de la salud de las ciudades y la transformación de la agricultura. A medida que el IoT evoluciona, es incuestionable que las grandes organizaciones adoptan estrategias con visión de futuro, implementando medidas que aumentan la eficiencia y la calidad de la producción.
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